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Un recuerdo para Ricardo Piglia a 82 años de su nacimiento

 






Ricardo Piglia, uno de los más notables escritores argentinos, nació el 24 de noviembre de 1941 en Adrogué, provincia de Buenos Aires.  Tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón el 23 de septiembre de 1955, Piglia se marchó con su familia de Adrogué y se instaló en la ciudad de Mar del Plata. ​ Fue allí donde comenzó a escribir, y en donde comenzó su Diario. 

En los años sesenta, Piglia estudió Historia en la Universidad Nacional de La Plata; ciudad donde vivió hasta 1965. Después de ello trabajó durante una década en editoriales de Buenos Aires, en donde dirigió la Serie Negra, famosa colección de policiales que difundió a los escritores Dashiell Hammett, Raymond Chandler, David Goodis y Horace McCoy. Respecto a esa etapa de su vida, Piglia comentó:

«Empecé a leer policiales casi como un desvío natural de mi interés por la literatura norteamericana. Uno lee a Fitzgerald, luego a Faulkner y rápidamente se encuentra con Hammett y con David Goodis. Más tarde, entre 1968 y 1976, leí policiales por necesidad profesional, ya que dirigía una colección». 

Durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, el escritor abandonó la Argentina y marchó al exilio. Gracias a haber recibido una mención especial en el VII concurso Casa de las Américas, Piglia publicó su primer libro, el libro de cuentos Jaulario. Sin embargo, su reconocimiento internacional le llegó gracias a la publicación de su primera novela, Respiración artificial, de 1980.

Piglia, además de escritor, fue crítico literario, ensayista y profesor académico también en Estados Unidos, donde fue profesor en diversas universidades, entre las que figuran las de Harvard, UC Davis y Princeton, por alrededor de quince años. Aunque estaba instalado en ese país,​ decidió regresar a la Argentina en 2011 y comenzó a escribir, con elementos autobiográficos, la novela El camino de Ida, que publicó en 2013.

En 2014, Piglia fue diagnosticado con una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que afectó considerablemente su salud. A pesar de ello, continuó trabajando, con la ayuda de su asistente, Luisa Fernández, en la selección de sus diarios y la edición de sus escritos inéditos. Piglia falleció el 6 de enero de 2017, a los 75 años.​

Entre sus brillantes trabajos se pueden mencionar: Plata quemada, Blanco nocturno,  Crítica y ficciónn, los cuentos ​Jaulario, La invasión, Nombre falso, Prisión perpetua, y ensayos como La Argentina en pedazos, Formas breves, Tres propuestas para el próximo milenio (y cinco dificultades), El último lector, entre muchos otros de su prolífica literatura.